Entre nubes de confusión y un sonoro murmullo de música , es la hora del ensueño pesado , de la inactividad consentida . Revoloteando la vigilia de mariposas diurna y la tarde de búhos aun sin salir . Sueño viajes en un mundo extraño , lleno de despropósitos agradables , puedo volar , nadar en el aire y sumergirme en cascadas de luz. Siento un agudo dolor en el cuello , abro los ojos , los cojines me rodean , negros, blancos , son una almena a traves de la que diviso el espacio de mi cuarto . Las manos no me responden , aun tengo ese sopor casi del hades que me impide volver , cierro nuevamente los ojos , pero las cascadas desaparecieron y el bosque onirico ya no tiene hierba sobre la que pasear
2 comentarios:
La siesta es sagrada .
Paco
Duran poco los estados místicos del ensueño.
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