Por esto vemos en la característica del acto moral en la plenitud con que es apetecido. Cuando nuestro ser integro quiere algo –sin reservas, sin temores, sin torvamientos, derechamente, integralmente- cumplimos con nuestro deber, porque es el mayor deber de la fidelidad con nosotros mismos. ¿Qué significa lo que acostumbramos llamar sin saber un hombre íntegro; acaso un hombre que es enteramente él mismo y no una urdimbre de compromisos dispersos, de caprichos sin sentido, de concesiones a los demás, a la tradición, al prejuicio? Por esto nosotros respetamos mas no al que quiere aparecer como “bueno” ante los demás sino al que lleva de su mano su propia vida, se afana incansablemente en la pesquisa de un fin. Nada le parece superior a lo demás; nada vale más, todo es igual. Lleva en la mano –decíamos- siempre su propia vida, y como todo le parece del mismo valor, consecuente con su corazón, está siempre dispuesto a ponerlo sobre cualquier cosa,Una sociedad donde cada individuo tuviera la potencia y la audacia de ser fiel a sí mismo, sería una sociedad perfecta.
Lastima que en la vida estas disquisiciones sean pura utopia ...pero no dejo de pensar que son ........un alimento del espiritu ......total dentro de nada todos calaveras ......Aunque en vida intentemos maquillar nuestro esqueleto ....no deja de ser puro hueso que se convertira en polvo
4 comentarios:
Es difícil querer algo con esa integridad y saber que se está siendo fiel a uno mismo. Generalmente se impone el instinto de supervivencia que nada consigue que sobreviva, pero al menos damos el pego durante una temporada.
Las calaveras igualan por abajo. Aspiro a ver una equiparación de máximos, incluso sin huesos que nos sostengan ;)
remedio para la put... la paloma
http://www.stopbird.com/
para la calvicie no tengo
un saludo
la muerte iguala si señor :) ...luis
anarkasis seria un premio nobel si lo tuviera:) kiss
La traición a uno mismo nunca trae nada bueno. Y sí, la muerte nos trata a todos igual. Ésa sí que no se casa con nadie
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